Italia

Guia de viaje de

Venecia

Basílica de San Giorgio Maggiore

San Goirgio Maggiore en Venecia es de las pocas iglesias que cumple la función de Basílica. Construida en estilo renacentista, es un referente de la ciudad y una visita obligatoria para descubrir los principales monumentos de Venecia

Hay veces que para apreciar las cosas hay que tomar distancia o, al menos, hay que verlas desde un plano en la distancia. Algo así es lo que ocurre en Venecia. En el caso de la hermosa ciudad italiana, puede que sea su eterno romance con el agua el que haga de esta distancia un fiero aliado, un firme escalón al que subirse para admirar la ciudad y sus alrededores. Este viaje a Venecia, vamos a empezarlo por el agua, vamos a dejar a las espaldas por un rato a la Sereníssima y vamos a poner rumbo a la isla San Giorgio, de San Giorgio Maggiore, llamada así, por cierto, para poder diferenciarla de San Giorgio In Alga.

De antiguo, y por antiguo ya nos referimos al año 829, hubo ya a aquí un convento y ahora, el agua nos muestra en su reflejo la maravillosa estampa de esta Basílica. Si retomamos la idea del principio, aquella en la que os decíamos que a veces para apreciar las cosas hay que tomar distancia, la distancia nos mostrará lo magnífico del lugar y conforme el vaporetto vaya consumiendo, tenaz, esa distancia, la propia isla será la encargada de contar lo magnífico de sus rincones y su mejor carta de presentación, sin duda alguna, es la Basílica de San Giorgio Maggiore. Hay un dato curioso en las iglesias de Venecia que se cumple en la basílica. Muchas de ellas están orientadas al oeste, sus fachadas miran hacia el oeste y de esta manera los juegos de luces que las acompañan y las rodean son, como poco, asombrosas. Poder disfrutar de estos juegos de luces en San Giorgio Maggiore en Venecia y poder hacerlo desde el agua es un lujo que Venecia, generosa como pocas, no presta, sino regala a sus habitantes y, por supuesto, a sus visitantes.

La distancia lanza en Venecia espacios, como se dibujarían en cualquier otro lugar. La diferencia que hay en Venecia, sobre cualquiera de esos otros sitios, es que los espacios dibujados son los trazos de los caminos que, lejos de alejarnos, nos dejan a las puertas de beldades cada vez más admirables. La distancia en Venecia no es distancia, no es distancia a no ser que no se vuelva.

Historia de la Basílica de San Giorgio Maggiore de Venecia

La historia de la Basílica San Giorgio Maggiore es una historia plagada de fechas y de acontecimientos y de circunstancias pegadas a estas fechas. Es como si muchas manos, como si muchos personajes, como si muchas casualidades hubieran decidido a lo largo del tiempo, darse cita en ella. Puede parecer tedioso, pero de hecho, no lo es…

Empecemos por el principio. En el año 932, Tribuno Memmo dona la isla de San Giorgio, que por aquel entonces era conocida por el nombre de Insula Memmia, pues pertenecía a la familia del mismo nombre, a la comunidad benedictina. La donación, en realidad, se hace a un monje llamado Giovanni Morosini, que de esta manera pasa a ser dueño de este pedazo de Venecia.

En el año 1109, las reliquias, las importantes reliquias de San Esteban, llegan desde Constantinopla a Italia, a San Giorgio Maggiore, y este desembarco va a ser trascendental, pues así será a fin de cuentas como la relevancia de esta Iglesia comenzará su imparable despegue. Y es que, a partir de este hecho, San Giorgio Maggiore empezó a formar parte de la Navidad de Venecia, pues celebrarán el 26 de diciembre el día de San Esteban y la fiesta era profusamente celebrada y así fue hasta el fin de la República.

Dos personalidades van a establecer a lo largo de la vida de este templo, “negociaciones” con este: Pietro Ziani y Cosimo I de´Medici. Ambos buscaron refugio en sus muros. El primero pagando la ocasión con la financiación de las obras que fueron necesarias para el arreglo de la Iglesia tras el terremoto de 1223; el segundo agradeció de igual manera la ocasión brindada poniendo a Michelonzzo al servicio de la construcción de una biblioteca.

La época de Napoleón trae años de oscuridad al templo de San Giorgio Maggiore en Venecia, al punto de acabar este convertido en una prisión militar. Al caer la república, en el año 1806, la Iglesia del lugar pasa a ser una parroquia, desaparece el monasterio y los monjes fijan su residencia en la isla de Santa Cristina. En el año 1929 poco quedaba de la isla que Venecia había visto crecer en su ribera de enfrente, pues por estos momentos apenas era ya solo un fortín. ¿A qué parece que estemos en el final? Pues no, no hay aún fin que firmar. En el año 1951 aparece en la vida del conjunto benedictino, de manera providencial, todo hay que decirlo, Vittorio Cini, que instala aquí la Fundación Giorgio Cini y así y con él, llegaría la profunda renovación que sería ya la que iba a llegar hasta nuestros días.

Arquitectura de la Basílica de San Giorgio Maggiore de Venecia

La Basílica San Giorgio Maggiore de Venecia es de estilo renacentista y, si bien es cierto que desde antiguo existió una edificación benedictina aquí, la construcción que vemos hoy es fruto del trabajo que en el siglo XVI llevó a cabo el afamado arquitecto Andrea Palladio. Una de las principales características de Palladio como arquitecto, fue ser capaz de crear armonía entre sus proyectos y los paisajes con los que aquellos tendrían que convivir, y también en esta ocasión logró este propósito el veneciano. El edificio proyectado se terminó en el año 1576, pero su fachada no estuvo terminada hasta el año 1610.

Indispensable es la fachada de la Basílica de San Giorgio Maggiore de Venecia. Es su fachada porque su brillante mármol recoge la luz del sol como pocas y una vez que la recoge, poder ver la luz del sol capturada siquiera un instante en esta fachada es insuperable, es más, roza lo divino. Bien, precedida de la “plaza de agua”, Palladio superpuso dos fachadas, la central es la de más fácil visión y en ella podemos ver los elementos clásicos que el arquitecto dejó en ella: una sola entrada, cuatro columnas sobre altos plintos, sosteniendo un entablamento que sostiene a su vez un tímpano clásico. La construcción descansa al lado del canal reluciente con su mármol blanco, sólida con su tabique rojo y custodiada por su torre y su cúpula.

Interior de la Basílica de San Giorgio Maggiore de Venecia

La sencillez, quizá la austeridad, parecen querer llenar el espacio del interior de la Basílica San Giorgio Maggiore de Venecia, pero lo parece nada más y enseguida, desde Buendía Venecia, intentaremos demostrar, entre otras cosas, durante los recorridos de nuestras visitas guiadas, que el parecer inicial lo que esconde es un recorrido muy recomendable por este interior.

El interior de esta Basílica San Giorgio Maggiore, al que hoy nos adentramos, está formado por tres naves y las tres parecen querer resguardarse bajo la imponente cúpula. Esta nave de plata de cruz latina se abre en su transepto a una espectacular cúpula. A lo magnífico de esta presencia contribuye, sin duda alguna, toda la luz que la baña, la decora y la adorna como si fuera una obra de arte más.

El recorrido por el interior de la basílica San Giorgio Maggiore, nos va a dejar varios puntos en los que detenernos. El altar mayor, por ejemplo, obra de Girolamo Campagne, está decorado con una escultura de Cristo que se apoya sobre los evangelistas, es un grupo escultórico realizado en bronce que llena espacios por sí solo. Otro de los lugares que no solamente tiene sitio para el arte, sino también para la histora es la Sala del Cónclave, en ella fue elegido papa en el año 1800, Pío VII. Y para hacer historia de la ciudad de Venecia también podemos ver la lápida en honor al Dogo Domenico Michele.
Aunque si algo es maravilloso en este interior, son sus obras de arte. Esto, de hecho, merece un capítulo aparte...

Obras en la Basílica San Giorgio Maggiore

Las obras en la Basílica San Giorgio Maggiore de Venecia se amontonan pidiendo paso, sabiendo como saben que es imposible una prelación entre ellas. Son trabajos de Jacopo Bassano, Sebastiano Ricci, Vittore Carpaccio, Tintoretto... Si dijimos que una relación de ellas es imposible, si podemos destacar alguna bien por su relevancia o bien por su reconocimiento internacional. En estas se encuentran:

  • El retablo de Carpaccio de San Jorge matando al dragón, obra que se encuentra en la Sala del Cónclave.
  • Del mismo autor, de Tintoretto, podemos ver:
    • en el presbiterio “La última cena” y “La recogida del maná”,
    • en la Capilla de los muertos está la obra “La deposición”
  • De Jacopo Bassano está “La adoración de los pastores”
  • Considerada por muchos, la auténtica obra maestra de la Basílica está “Virgen con el Niño y Santos”, firmada por Sebastiano Ricci.

El Campanille de San Giorgio Maggiore

Desde Buendía no nos sentimos bien, todo lo bien que nos gusta sentirnos, al menos, cuando de viajes se trata, si no os hacemos una pequeña recomendación aprovechando que estáis de visita en la Basílica San Giorgio Maggiore de Venecia. La recomendación es su Campanille. Surge detrás de la cúpula y hay quien dice que, aunque con menos filas, poco o nada le debe al de San Marcos. Pues esta es la apuesta, coged el ascensor y llegad a la parte más alta. La vista sobre Venecia es impresionante desde aquí. Si Venecia en sus calles es impresionante, Venecia, en su visión panorámica, es inmensa. Nos atrevemos a seguir con el consejo valorando ahora la trascendencia del tiempo despejado. En un día bueno, desde el Campanille de San Giorgio Maggiore no solo se ve Venecia, no solo se divisa el mar Adriático... inclusive se vislumbran los Alpes. Una vez aquí, ¿quién se lo querría perder?.

La subida al Campanille San Giorgio Maggiore  tiene un coste de 3 €.

Ubicación de la Balílica de San Giorgio Maggiore

Detalles

    Horario

     Abr a Oct

    • 9:00 a 19:00 h

    Nov a Mar 

    • 8:30 a 18:00 h

    Precio

    • Gratis

Cómo llegar a la Basílica de San Giorgio Maggiore

    Vaporetto

    • Parada: San Giorgio