Arena de Verona

El Arena di Verona, situado en la Piazza Bra, se trata de uno de los muchos anfiteatros que se construyeron por los romanos, la mayoría de ellos en torno al siglo I, como ocurre con el que nos ocupa. Se tienen controlados en torno a 230 en todo el mundo, siendo el más importante y popular de todos ellos, el fantástico, espectacular y maravilloso desde todo punto de vista Coliseo en Roma.

Su construcción data de la época del emperador romano Tiberio, segundo emperador y sucesor de César Augusto. Es recordado por ser un formidable general y su periodo como gobernante tuvo luces y sombras.

A lo largo de la historia este anfiteatro ha pasado por diversas situaciones, desde sus orígenes esplendorosos, pasando por momentos en los que se vio afectado por grandes terremotos, fundamentalmente el que se produjo en el año 1113 que provocó que el Arena de Verona quedara en una situación lamentable, sobre todo su anillo. Durante la Edad Media debido a su estado de abandono fue utilizado como cantera, de donde sacar materiales para la construcción de otros edificios de la ciudad. Ya en el Renacimiento se optó por la recuperación del Arena y por su vuelta a la funcionalidad que tenía en su origen.

En sus comienzos se celebraron espectáculos típicos de estos escenarios en la época, desde combates entre gladiadores, pasando por cacerías de animales feroces y otra serie de juegos. Con el paso del tiempo fue cárcel en tiempos de guerra, estadio hípico, etc. En la actualidad, el Arena de Verona, y gracias a la buena conservación que ha tenido la construcción, se siguen celebrando espectáculos como hemos dicho, eso sí, muy opuestos a la violencia y ferocidad que ha visto esa arena y más cercanos a sensualidad y virtuosismo de las grandes estrellas actuales de la ópera.

Estructura del Arena de Verona

La forma elíptica del Arena de Verona, fue pensada para acoger un gran número de espectadores, cerca de 30.000 (en la actualidad el aforo ha sido reducido por cuestiones de seguridad y para permitir un mejor acomodo de los espectadores a en torno 22.000); así como para que hubiera espacio suficiente para el desarrollo de los juegos típicos de la época con la mayor amplitud posible y además fueran vistos desde todos los puntos de la estructura.

El Arena de Verona como decíamos está formado por una elipse de unos 110 x 150 metros aproximadamente, lo que hace que nos encontremos ante el tercer anfiteatro más grande que se conserva en la actualidad en Italia. Podemos contar en torno a 72 arcos que muestran la imagen habitual de los anfiteatros romanos.

De la construcción original solo queda un muro exterior, pero la esencia de la obra se mantiene, a pesar de las sucesivas reformas a las que se ha visto sometida a lo largo de la historia.

Nos gustaría destacar como última novedad, la convocatoria del concurso para el diseño de una estructura de cubierta retráctil y reversible, que permitiera la utilización del Arena de Verona con inclemencias del tiempo y al mismo tiempo respetara la obra y causara las menores interferencias posibles en el aspecto y la estructura del anfiteatro. Finalmente, el concurso fue ganado por la unión de los arquitectos Von Gerkan, Marg and Partners, cuyo diseño, cuando está abierto la vista al cielo queda libre y desde el exterior el apéndice, apenas es visible; por último a vista de pájaro con el techo cerrado adquiere la apariencia de una concha protectora que cubre la Arena y que da a la obra un aspecto original.